Debemos recordar que los Omega-3 son ácidos grasos esenciales para nuestro organismo, ya que de ellos depende su correcto funcionamiento. Todas las células de nuestro cuerpo están rodeadas por una membrana celular compuesta por lípidos, por lo que resulta lógico entonces que dependamos de ese aporte de grasas para que estas estructuras celulares se formen y se mantengan correctamente.

Algo que es importante a tener en cuenta es que solo podemos obtener este aporte de grasas poliinsaturadas a través de fuentes externas, ya sea por medio de la dieta o con ayuda de ciertos suplementos alimenticios.

La lactancia materna y los ácidos grasos omega 3

La cantidad y composición de la leche materna varia a lo largo de los dias, siendo el primer dia de 50 ml,  de 500 ml en el quinto dia y de unos 750 ml en el tercer mes de vida del bebé. La producción de leche depende en gran parte del estímulo de succión del lactante, de manera que las madres de gemelos producen mas cantidad de leche, pudiendo amamantar perfectamente a los dos hijos.

Si hay una malnutrición materna, el volumen de leche segregado disminuye. Entre los nutrientes cuya composicion se modifica por la dieta materna estan los acidos grasos entre ellos el DHA, el yodo, el selenio y la mayoria de las vitaminas. Por este motivo, es fundamental que la madre reciba una alimentación equilibrada.

Los bebés prematuros tienen unas reservas muy escasas de energia, tanto de grasas (menos del 2% del peso al nacer) como de  glucogeno (menos del 0,5% del peso al nacer) en relacion a los nacidos a termino. Por su grado de inmadurez, se ha visto en los estudios realizados que los niños alimentados con lactancia materna tenian mejor respuesta que los alimentados con leche de formula, y una de las causas se cree que fue porque la leche materna contiene directamente DHA, mientras que las leches de formula contenian omega 3  (acido alfa-linolenico) y su organismo era incapaz de degradar hasta DHA. Por este motivo, las concentraciones de DHA en la retina (ojo) y el cerebro eran menores en estos lactantes que en los alimentados con leche materna.

La alimentación de los niños con omega 3

En el primer año del bebe, la dosis de omega 3 viene exclusivamente de la leche materna o de formula, ya que alrededor de los 10 meses se empieza a introducir el pescado blanco en la alimentacion infantil, y no es hasta los 15-18 meses cuando se produce la introducción del pescado azul o pescado graso. El resto de alimentos con omega 3 como las nueces, no aparecen en la alimentación infantil hasta los 3 años de vida.

Para los niños de edad preescolar (3-6 años), la mayor fuente de omega 3 sera el pescado graso, que se recomienda unas 2 veces a la semana. Se puede complementar con 3-4 nueces bien masticadas, y pueden tomar tambien algún alimento lácteo enriquecido con omega 3. Durante la infancia, el cerebro, igual que otras estructuras, se siguen formando y creciendo, por este motivo, es aconsejable ingerir la dosis necesaria de omega 3 mientras esten en periodo de crecimiento.

Suplementos de omega 3 para los niños

Los pequeños deberian tomar suplementos de omega 3 si no se consume una cantidad suficiente de pescado graso, cuando rechazan su sabor o no se les ofrece de forma habitual. Los niños con alergia al pescado no deberian tomar suplementos de omega 3 del pescado, en este caso pueden tomar nueces, semillas de lino y soja, o tomar un suplemento de omega 3 de algas.

Los beneficios del omega 3 DHA en la salud infantil serán asegurar una dosis suficiente de estas grasas esenciales para permitir un desarrollo correcto del tejido neuronal y visual. Algunos estudios apuntan un beneficio en la suplementacion con DHA para niños afectados de trastorno de deficit de atención, pudiendo mejorar su capacidad de concentracion y estudio.

Beneficios del DHA en el bebé

Como ya hemos visto, dentro de los Omega-3, el DHA ejerce un papel fundamental a nivel estructural en todas las células de nuestro cuerpo pero, sobre todo, a nivel cerebral y ocular.

Esto nos lleva a la conclusión lógica de que, aplicado al bebé, unos niveles óptimos de DHA resultan de suma importancia para su correcto desarrollo.

Hay que tener en cuenta que lo primero que se desarrolla en el bebé es el sistema nervioso, por lo que es importante que durante el embarazo la madre le proporcione la cantidad necesaria de DHA.