hepatitis C en el embarazoLa hepatitis C en el embarazo es un problema de salud pública, a pesar de que las complicaciones se presentan en una escasa proporcion de pacientes. Se trata de una infección viral con amplia distribución a nivel mundial y su transmision es por via sanguinea, en especial con la inyección de drogas ilícitas.

Si bien durante el embarazo no existe un mayor riesgo de desarrollar complicaciones, algunas embarazadas y bebés pueden experimentar dificultades adicionales como consecuencia de la infección crónica. Si te interesa saber un poco mas sobre el tema, te invitamos a seguir leyendo.

¿Qué es la hepatitis C?

Como su nombre indica, la hepatitis C es una condición caracterizada por la inflamación del tejido hepático que, a la vez, es causada por el virus de la hepatitis C. Según una publicación de la Organizacion Mundial de la Salud (OMS), el virus puede causar una infección aguda o crónica, a pesar de que en la mayoria de los casos las personas afectadas son asintomáticas.

Esto último no implica que la enfermedad sea leve en todos los casos. De hecho, es una importante causa de cancer hepatico en aquellos que viven con una infección crónica, una población estimada en 71 millones de personas, según la OMS.

A pesar de que la distribución del virus y la enfermedad es mundial, es más frecuente en algunas regiones de Europa y el Mediterraneo Oriental, en especial en los grupos de riesgo que tienden a usar drogas ilicitas inyectables.

¿Cómo se transmite?

La sangre es el fluido a través del cual se transmite la enfermedad. Las vias mas frecuentes son las siguientes:

  • Transfusiones.
  • Hemodialisis.
  • Adiccion a drogas parenterales.
  • Trasplante de órganos.
  • Accidentes laborales en personal de salud.
  • Tatuajes, acupuntura y colocacion de piercings.

Otra importante via de transmisión es la vertical, es decir, aquella que se produce de madre a hijo durante el embarazo.

¿Como saber si tengo hepatitis C?

Desde un punto de vista clinico, la mayor parte de las pacientes son asintomáticas, en especial en infecciones agudas. Cuando se presentan síntomas, siempre es después del periodo de incubación del virus, que puede oscilar entre 2 semanas y 6 meses. Los mas frecuentes son los siguientes:

  • Coloración amarillenta de la piel (ictericia).
  • Pérdida del apetito.
  • Náuseas y vomitos.
  • Dolor abdominal, en especial en la parte superior y derecha (hipocondrio derecho).
  • Fiebre.
  • Orinas oscuras.
  • Heces palidas o claras.

En caso de presentar cualquiera de estos sintomas, es importante acudir al médico lo antes posible para que se realice el diagnóstico de hepatitis C. De todas maneras, en algunos paises es recomendable la realización de pruebas periódicas, en especial durante los controles prenatales.

Estos estudios diagnósticos incluyen análisis de sangre, que consisten en pruebas serologicas que determinan la cantidad de anticuerpos contra el virus en la sangre. En caso de que estos se encuentren elevados, existe una prueba confirmatoria que determina la presencia del material genético del virus en la sangre.

Si este último estudio es positivo y los medicos requieren evaluar la gravedad del daño hepático, pueden solicitar una elastografia por resonancia magnética, una elastografia transitoria o una biopsia hepatica.

Tratamiento de la hepatitis C y embarazo

El tratamiento durante el embarazo varia en función de los sintomas y el grado de deterioro hepático. La terapia en estos casos tiene varios objetivos:

Por tal motivo, el simple hecho de evitar cualquier medicamento hepatotoxico puede servir para prevenir complicaciones de la infección. Aquellas mujeres con cirrosis hepatica (una de las consecuencias de la hepatitis crónica) pueden experimentar bastantes dificultades que requieran tratamientos de emergencia.

Estos últimos incluyen farmacos para evitar la coagulación e incluso intervenciones endoscópicas o quirúrgicas para tratar las varices susceptibles de provocar hemorragias internas.

Hepatitis C y embarazo: como te afecta a ti y al bebé

Muchas mujeres pueden pasar por el embarazo sin saber que padecen hepatitis C. El riesgo de desarrollar complicaciones es escaso, pero en ciertas personas predisponentes la infección cronica puede evolucionar a cirrosis hepatica y cancer, según las publicaciones antes citadas.

Si bien la transmisión vertical del virus es una posibilidad, hasta el momento no hay evidencia que sugiera que las cesareas electivas o la interrupción de la lactancia disminuyan la posibilidad de infección del bebé.

La infección crónica por el virus de la hepatitis C no provoca riesgos adicionales durante el embarazo. Si la madre esta en condiciones clinicas estables, el mayor problema que puede suceder es la infección del bebé por las vias ya mencionadas.

En dicho caso, si bien la infección aguda puede generar sintomas de alarma, es la escasa posibilidad de una infección crónica lo que mas repercusión puede tener sobre la salud de los niños. Para ello, las evaluaciones medicas periodicas son fundamentales.

El control médico es fundamental

A pesar de que en la gran mayoria de los casos la hepatitis C no ocasiona problemas de salud considerables, debe tenerse en cuenta que es una enfermedad con potencial de desarrollar complicaciones.

Por tal motivo, acceder a las pruebas de tamizaje locales o acudir al medico en caso de presentar cualquiera de los sintomas es importante para obtener un diagnostico precoz y un tratamiento oportuno.